La maleta

He aquí un relato de la vida, pero no un relato cualquiera, no el de la vida en general sino el de la vida de cada uno de nosotros.

No sabemos todavía cuales el origen del origen, el porqué de la primera vida, pero sabemos que existimos, que vivimos, que morimos...

Desde el momento en que nacemos vamos adquiriendo experiencia, conocimientos..., vamos creciendo conforme van pasando los días, los meses, las años...en ese viaje, en esa travesía que es la vida, nos acompaña siempre nuestra maleta, que no debemos dejarla olvidada pues en ella vamos guardando lo que cada día vamos recogiendo por el camino Así pues cuanto más haya durado nuestro viaje más llena la llevaremos, es por eso por lo que a mi edad aún la llevo muy vacía, pero..., ¿y si me recrease en los 80 años?. Entonces todo sería muy distinto, pues ya no tendría la maleta vacía, ahora cargaría con ella como si de un muerto se tratase, o lo que es lo mismo, toda una vida. Estaría tan cansada de cargar con tanto peso que me pararía en un banco, me sentaría y abriría la maleta, y ¿qué sacaría de ella? me pregunto. Tristeza, miseria, discusiones, enfermedades, familiares muertos, gente que te ha defraudado..., pero sigo buscando, y es entonces cuando en el fondo empiezo a encontrar una sonrisa, y otra, y otra más, y la alegría, la felicidad, el amor, la amistad, y si en un primer momento agache mi cabeza desesperada, ahora la levanto y miro al horizonte, a lo que me queda de viaje pues aún no ha terminado, me levanto con una sonrisa del baco, y más enérgica que nunca prosigo mi camino, con unos kilos menos de penuria, y sabiendo los que había al final de la maleta, que me acompañará hasta mi destino junto a la luna que de noche me alumbra, y a la sombre que de día me persigue.