Fea ignorancia vs. invención divina.

Para entender esta situación, pongamos un ejemplo:
Recuerdo un día que le pregunté a mi madre el por qué de las legañas en los ojos cuando me levantaba todos los días por la mañana, a lo que ella respondió: eso es que por la noche la virgen María va por las casas espolvoreando las legañas en los ojos mientras dormimos. Aún me sigo preguntando si no era mejor decirme que no sabía el por qué, pero en ese análisis me he dado cuenta de que todavía, muy a mi pesar, sigue vigente en el sujeto humano el uso de un procedimiento tan primitivo, como es, el otorgarle a los hechos un significado divino.
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