02 julio 2008

BOSQUEJO SOBRE MI VIDA

Para mi querida hija:

Como modesta semilla
que agitó incesante el viento,
corrí aventuras sin cuento
desde el Funchal a esta Villa.

Y bebiendo sinsabores,
y apurando desengaños,
viví unos primeros años
saturados de dolores.

Mas como no siempre dura
El dolor o la alegría,
hubo de llegar un día
en que acabó mi amargura;

y fue ese día dichoso
cuando un acto del destino,
me deparó en el camino
un corazón generoso,

que a mi helado corazón
diera amor y diera abrigo;
y compartiera conmigo
la lucha con la aversión.

Y haciendo de hogar un nido
que alentaba un noble amor,
brotó desde él una flor
que no secará el olvido.

Era esta flor una hijita
de unos cabellos dorados,
y unos ojos no igualados.
Para acabar, que es bonita.

Y en ella puse mi anhelo,
esperanzas e ilusiones,
por su bien mis ambiciones
emprenden un loco vuelo.

Y al igual que el jardinero,
por una flor muy querida,
entrega cariño y vida
y la cuida con esmero.

así yo esta bella flor
con fe la abono y la riego,
y con un cariño ciego
le busco vida mejor.

Para que en futuros días
cuando llegue a peinar canas,
me ofrezco en muchas mañanas
un manojo de alegrías.

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